Ya le he cogido el gusto a esto de pasar unos días en Polimeralia. Este año tampoco me lo he perdido, y espero poder asistir a muchos más.
Siempre hay que preparar cosas para llevar, que si pieza de intercambio, que si concurso, que si...
Este año, para no tener que ir preguntando los nombre a la gente, ni pegarnos una etiqueta cutre, surgió la idea de hacernos broches con el nombre. La verdad es que ha sido súper chulo ver los 40 broches, todos diferentes y muy imaginativos.
El mío no es despampanante, primé que se leyera bien el nombre. Lo hice en turquesa y blanco que luego patiné con cobre y un poco de óleo marrón. Lo horneé con las tachuelas y se me rompió por varios sitios, pero le hice un remiendo, con tanto calor como hacía, mis fuerzas no dieron para más.
También surgió otra idea muy bonita. Cada una de las participantes hicimos 4 cuentas iguales, para montar 4 collares con una cuenta de cada una. Tres eran regalo sorpresa para las profesoras, que siempre dan tanto!!! y el cuarto lo sorteamos entre las alumnas.
Mis cuentas son bolas en negro y rojo, de aire oriental. Ya os podéis imaginar el cachondeo con las bolas chinas...
El collar resultante era enorme, al final 38 cuentas. He cogido prestada la foto de Pilar, yo no hice.
La pieza que llevé para el intercambio no era nueva, tiré de cajón, un anillo grandote que ya enseñé en su día, y que por cierto gustó mucho a su nueva dueña.
En el siguiente post os cuento cosas sobre el concurso.
Besos!
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